26 dic 2011

Poemas hispanoamericanos: Redondillas de Sor Juana

Sor Juana Inés de la Cruz


Análisis de sus redondillas


Sor Juana Inés de la Cruz escribe redondillas junto a otras formas de poesía como sonetos, romances, décimas y liras, endechas, glosas, quintillas, ovillejos amorosos, religiosos, filosóficos y satíricos, numerosos romances y villancicos.

Hombres necios que acusáis... es una redondilla que está compuesta por diecisiete estrofas de cuatro versos octosílabos cada una. La rima es asonante dispuesta del siguiente modo: ABBA.

El tema del poema es la crítica a la actitud del hombre frente a la mujer. Los hombres rechazan a las mujeres que comenten pecado carnal tanto como las que muestran una actitud casta al entregarse al acto sexual.

Sor Juana acusa al hombre de ser partícipe y causa de los pecados femeninos desde la primera estrofa. En una pregunta que encierra el tema de la redondilla exclama el yo poético: “¿por qué quereis que obren bien si las incitáis al mal?”#.

Como expresión barroca, es necesario aclarar que durante este periodo la literatura sintetizó su producción en dos corrientes: el culteranismo y el conceptismo. Sor Juana Inés de la Cruz permite analizar en su obra las características de las dos corrientes. La Real Academia Española, en su Diccionario, dice que el culteranismo "consiste en no expresar con naturalidad y sencillez los conceptos, sino falsa y amaneradamente por medio de voces peregrinas, giros rebuscados y violentos y estilo oscuro y afectado". La corriente tiene características especiales sobre el uso del lenguaje: El léxico se renueva, el vocabulario se enriquece por la introducción de innumerables términos no usados hasta entonces. Tales términos son tomados del latín principalmente. En la redondilla analizada de Sor Juana , por ejemplo, introduce la palabra denuedo# en la estrofa cuarta que habla de la valentía del hombre que parece loco al tentar a la mujer y luego levantar quejas sobre lo que ella se atreve a hacer. Esto último es expresado a través de una metáfora en los dos últimos versos: “Parecer quiere el denuedo

de vuestro parecer loco

el niño que pone el coco

y luego le tiene miedo”.

Las alusiones mitológicas son recurrentes. Con el renacimiento, dioses, ninfas, héroes, y toda clase de personajes del mundo grecolatino invaden la lírica y estas expresiones continúan vivas durante el barroco. En Sor Juana, dos son los personajes del mundo griego y romano que, aunque son humanas, representan la cosmovisión de estos pueblos: Thais y Lucrecia. La primera representa el pecado, la tentación de la carne y el libertinaje que se vive durante las fiestas y banquetes. La segunda, representa la castidad, la bondad, la hermosura y el recato.

Para pretender, los hombres pretenden a mujeres como Thais, pero a la hora del compromiso, una mujer como Lucrecia es lo que eligen. Sor Juana manifiesta su disconformidad con estas actitudes al reiterar la palabra “necios” para llamar a los hombres:

“Queréis, con presunción necia,

hallar a la que buscáis,

para pretendida, Thais,

y en la posesión, Lucrecia”.

La metáfora es muy utilizada. Los culteranos se refieren a la poesía estrictamente literaria, que consiste en trasladar un término de su primera y más directa significación a otra que no es suya propia. En el ejemplo que a continuación se ofrece, el espejo es símbolo de la virtud de la mujer: su virginidad:

“¿Qué humor puede ser más raro

que el que, falto de consejo,

él mismo empaña el espejo,

y siente que no esté claro?”

desde la séptima estrofa y hasta la novena reitera que es igual la actitud de los hombres ante mujeres que acceden al “favor” o demuestran “desdén” y el yo poético se muestra quejumbroso del empeño masculino es quejarse si se los trata mal o burlarse si se los quiere bien. Así lo escribió Sor Juana:

“Con el favor y desdén

tenéis condición igual,

quejándoos, si os tratan mal,

burlándoos, si os quieren bien.


Siempre tan necios andáis

que, con desigual nivel,

a una culpáis por cruel

y a otra por fácil culpáis.


¿Pues como ha de estar templada

la que vuestro amor pretende,

si la que es ingrata, ofende,

y la que es fácil, enfada?”

En la décima estrofa el yo poético insiste en que la mujer que rechaza ofende al hombre pero la que lo acepta es fácil. Los hombre se enojan pero son los que hacen que la mujer sea “liviana”.
Con esta adjetivación continua la siguiente estrofa:
Son las mujeres livianas quienes causan enfado. Las que rechazan a los hombres causan pena. Son ellos quienes se quejan pero es preferible que la mujer rechace al hombre. Ellas son mejores si continúan puras:

“Mas, entre el enfado y pena

que vuestro gusto refiere,

bien haya la que no os quiere

y quejaos en hora buena.


Dan vuestras amantes penas

a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas

las queréis hallar muy buenas”.

En la estrofa décimo segunda, el yo poético culpa al hombre por rogar a la mujer que se entregue al sexo. Ella es la que cae rogada en una pasión errada ante el que ruega de caído.

“¿Cuál mayor culpa ha tenido

en una pasión errada:

la que cae de rogada,

o el que ruega de caído?”

Esta pregunta se intensifica en los siguientes ocho versos. Es retórica, pretende culpar al hombre por los pecados cometidos:

“¿O cuál es más de culpar,

aunque cualquiera mal haga:

la que peca por la paga,

o el que paga por pecar?”


Pues ¿para qué os espantáis

de la culpa que tenéis?

Queredlas cual las hacéis

o hacedlas cual las buscáis”.

Se solicita que el hombre sea quien deje de pedir “favores” a las mujeres para que pueda ser castigada con razón aquella que busque amores y solicite a los hombres.

“Dejad de solicitar,

y después, con más razón,

acusaréis la afición

de la que os fuere a rogar”.

El hombre es pecador, y fundada es la opinión del yo poético que afirma que la arrogancia lleva con promesas a juntar los pecados (mencionados a través del diablo), el amor carnal (la carne) y las banalidades (en el mundo).

“Bien con muchas armas fundo

que lidia vuestra arrogancia,

pues en promesa e instancia

juntáis diablo, carne y mundo”.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente! Me ayudo mucho en mi ensayo, gracias y saludos!

Edwin Avilés dijo...

Excelente recurso. Me sirvió de ayuda para clarificar varios puntos. ¡Adelante, éxito!

Unknown dijo...

Hola me gustaria saber como se interpretan estos ultimos 4 versos

“Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo”.

Don Panther dijo...

Santa Thais fue una cortesana egipcia (no confundirla con la cortesana ateniense)

Anónimo dijo...

MUCHÍSIMAS GRACIAS!!
ESTUPENDO ANÁLISIS!!!