Aunque de lejos se ve fácil es una disciplina que requiere de mucho entrenamiento y dedicación. Los pasos de danza clásica requieren de mucha resistencia y elongación que se va adquiriendo con el paso del tiempo.
Recuerdo que cuando convence soñaba con ponerme las zapatillas de puntas y girar sobre ellas por todo el salón. Mi sueño era girar y girar como esa chica de la tele, pero al llegar me enteré que eso iba a tener que esperar ya que bailar en punta de pie requiere que primero se aprenda a bailar en zapatilla de baile, para fortalecer los músculos del pie y la pantorrilla.
Pero un día luego de un año la profesora me mandó a comprar mi primer par de zapatillas de puntas. Salí de la clase corriendo y le dije a mi mamá que me lleve ya a comprar las que iban hacer mis primeras zapatillas de puntas. Recuerdo ese día como si fuera hoy, entré a la casa de danza y me probé varios pares hasta que al fin encontré unas que me cansen bien eran rosa, bien claritas, pero con una magia que las hacía brillar.
Comenzar a usarlas no fue fácil. Me caía, me dolía, me costaba y me llenaba dé ampollas. Con el paso de las clases y la práctica logre ir manejándolas mejor y siendo un poco esa chica de la tele.
Hoy, sigo practicando para ser cada día mejor en esto que amo y aunque se que no soy perfecta, esta es mi pasión.
Pilar Brizuela 3° B - Colegio Sagrado Corazón
Gral. San Martín, Buenos Aires, Argentina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario