POEMA 12
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
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Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
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He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
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Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
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Neruda Pablo; Veinte poemas de amor y una canción desesperada; Editorial Nascimiento; Chile; 1924.
Este poema forma parte de los Veinte poemas de amor y una canción desesperada publicado por Pablo Neruda en 1924.
Al leer el titulo del libro se genera la hipótesis del tema que trata la obra: el amor. Sin embargo al abordarlo se descubre que en este poema no se encuentra una definición sobre el amor sino una pena de ausencia del ser amado.
Las influencias del modernismo que envuelven al autor se descubren en la métrica fija y las rimas asonantes en la primera y segunda estrofa. El poema doce, es parte de la etapa que Neruda deja atrás al incorporar luego en sus obras características del postmodernismo y la vanguardia.
En estos versos el autor ofrece imágenes del mar chileno que el mismo observó durante toda su vida, junto con imágenes del viento y los pinos, como un recorrido por su ambiente.
El yo poético habla sobre una mujer en la primera estrofa mediante sinécdoques: menciona su corazón, sus alas, su boca para darse a conocer y a la vez dibuja a la persona de la que habla mencionando su pecho, su libertad y su alma.
A partir del segundo verso se descubre el tema de la obra, hay una persona que se hace ausente y esto hace penar al yo poético. Ella busca libertad.
El sexto verso “Llegas como el rocío a las corolas” es una metáfora que hace notar el poder de esa mujer de llegar hondamente a los sentimientos del que pena. Este continua expresándolo: “Socavas el horizonte con tu ausencia” funciona este verso como imagen donde el horizonte remite a lo eterno, a un pecho lleno de angustia, al hastío.
La fuga mencionada en el verso siguiente forma una isotopía junto con la ausencia, la emigración y huida a la que alude el anteúltimo verso. Esta fuga funciona como comparación del alejamiento de esta persona con el de una ola. Este movimiento es acompañado por otro cuando se incluye la imagen del viento y el sonido del canto.
Los siguientes dos versos comparan a la mujer de la que habla el yo poético con pinos y mástiles a modo de descripción, porque es alta y taciturna: callada, silenciosa. Seguidamente se agrega a esta descripción la idea de tristeza con una nueva comparación que también incluye al movimiento, a la partida: el viaje, que refuerza la idea de ausencia.
La presencia de esta mujer y su posterior partida hace pensar que “eternamente en fuga” es una metáfora que indica que aunque ella este presente en cuerpo está ausente en alma, su pensamiento pudo haberla llevado hacia otro lado. “Te pueblan ecos y voces nostálgicas” reza el verso, y completa al anterior donde esta persona comienza a sentirse colmada de pensamientos tristes y decide alejarse.
“Yo desperté...” cuenta el yo poético, “...y a veces emigran y huyen /pájaros que dormían en tu alma”. Este último verso demuestra mediante un recurso de cambio de tiempo verbal –del pretérito perfecto simple al presente- cómo al despertar él se encontró solo y la metáfora al final hace que los pájaros sean ella, tanto como la sinécdoque que la menciona mediante su alma.
Prediger, Sofia Noelia
Octubre de 2009
Teoría Literaria