La autocrítica es el primer paso de la superación. El oído será el mejor juez de su voz y de su dicción.
Tome una grabadora y registre tres minutos de lectura de noticias, tres minutos de lectura de un libro, tres minutos de charla improvisada sobre cualquier tema, dos minutos de narración imaginaria (puede ser deportiva, dos minutos de animación de un espectáculo artístico supuesto, un poema y una canción.
Al grabar y al escucharse descubrirá lo esencial: dónde están sus mayores dificultades, dónde se oye mal.
¡Vamos a superar esas fallas! (Guarde esa grabación como un recuerdo). Pero, por favor, tenga mucha PACIENCIA. No se hace locutor en un día.
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